Posted by Fernanda on 10:29 a.m. with No comments
Como todos los días (y sobre todo, como todos los domingos) el chihuahua que habita en uno de los edificios de arriba nos despertó con su dulce canto. Para no ser menos, otro vecino (espero que sea otro!!) compró un lorito, que también nos embelesa con su agudo trino.
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