El mercado de la maldad tiene su propia lógica: cuanto más maldad se produce, más maldad se demanda, sin embargo la fuente de maldad es tan inagotable como su demanda. Asimismo producir maldad no tiene costo alguno, sólo su alma, pero ¿Qué es eso en un mundo de agnósticos?. Por eso, haga lo que haga, produzca maldad y si nadie se la compra, disfrácela de confianza.